“Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” Gálatas 4:13
En un rompecabezas cada pieza es diferente en forma y color, pero todas se unen para formar una sola imagen. Así somos en la iglesia: diferentes, pero llamados a ser uno en Cristo, formando una imagen completa y hermosa para la gloria de Dios.
En Efesios 4, Pablo nos llama a vivir en unidad y dignidad (vv. 1-3). Nos exhorta a ser humildes, amables y pacientes, cualidades esenciales para mantener la paz y unidad en el cuerpo de Cristo. Esto requiere dejar de lado el orgullo y buscar siempre el bien de los demás.
Pablo continúa hablando de la diversidad de dones en la iglesia (vv. 4-13). Aunque somos únicos y hemos recibido diferentes talentos, formamos un solo cuerpo. Nuestros dones no son para nuestro propio beneficio, sino para edificar y fortalecer a la iglesia.
Luego, nos insta a madurar en la fe (vv. 14-16), evitando dejarnos llevar por falsas enseñanzas. Al crecer espiritualmente, avanzamos hacia Cristo, quien es la cabeza de la iglesia. Nuestra fe debe ser firme, llevando fruto en el servicio y el amor.
Pablo nos invita también a dejar atrás la vieja vida (vv. 17-24) y a ser renovados en nuestra mente, reflejando la imagen de Dios en cada aspecto de nuestra vida. Finalmente, nos recuerda que el perdón, la compasión y la bondad deben caracterizar nuestra relación con los demás (vv. 25-32).
Esta noche, Dios te llama a ser parte de esta unidad, usando tus dones para el bien de su obra. Vive la nueva vida en Cristo y permite que Él transforme tu corazón y tu manera de vivir.
Llamado:
¿Estás dispuesto a dejar atrás lo viejo y a crecer en la fe y el amor? Permite que Dios te haga una pieza fundamental en su gran rompecabezas. ¡Dios te bendiga!