Culto

Vespertino

17 de abril
La armonía del principio
"Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera." (Génesis 1:31)
Desde el principio, la creación de Dios reflejó orden, belleza y perfección. Nada fue hecho al azar; cada detalle tenía un propósito. En seis días, el Creador dio forma al universo, estableciendo el fundamento para la existencia del ser humano.

Dios no utilizó materiales preexistentes. Él creó desde la nada, demostrando su poder absoluto. Al final de su obra, contempló lo que había hecho y declaró que era "bueno en gran manera". Esto no solo habla de la perfección de su creación, sino del profundo amor con el que diseñó cada ser.

El hombre y la mujer fueron el sello de la creación divina. Dios los hizo a su imagen y semejanza, con la capacidad de amar, razonar y reflejar su carácter. Elena de White describe la perfección del principio: "La inmaculada pareja no llevaba vestiduras artificiales. Estaban rodeados de una envoltura de luz y gloria, como la que rodea a los ángeles" (Patriarcas y Profetas, pág. 26).

El pecado quebrantó la armonía original, pero Dios sigue siendo el Restaurador. Su deseo es que volvamos a reflejar su imagen, comenzando en nuestro hogar. ¿Está tu vida alineada con su propósito?

Invitación:
Hoy, pide al Señor que restaure la armonía en tu vida y en tu familia. Permite que Cristo sea el centro de tu hogar y que su imagen se refleje en ti.
Resumen y Compromiso
Podcast

Podcast