"Y el faraón endureció su corazón, y no los escuchó, como Jehová lo había dicho."
(Éxodo 7:13)
Dios le dio a Moisés y Aarón instrucciones claras: debían presentarse ante el faraón y exigir en Su nombre que dejara ir a Su pueblo. Dios les advirtió que el faraón no escucharía fácilmente y que Su poder se manifestaría con señales y juicios sobre Egipto.
En este capítulo, vemos dos eventos clave:
1.La vara convertida en serpiente (Éxodo 7:8-12)
oAarón arrojó su vara delante del faraón y esta se convirtió en una serpiente.
oLos magos de Egipto hicieron lo mismo con sus artes ocultas, pero la serpiente de Aarón devoró las otras serpientes.
oDios demostró que Su poder es superior a cualquier autoridad terrenal o fuerza maligna.
2.La primera plaga: el agua convertida en sangre (Éxodo 7:14-24)
oDios envió la primera plaga sobre Egipto: el agua del Nilo se convirtió en sangre, causando gran sufrimiento.
oAun así, el faraón endureció su corazón y no quiso escuchar.
Este capítulo nos recuerda que:
• Dios tiene poder sobre todo gobierno y autoridad.
• Las señales de Dios no son para impresionar, sino para revelar Su soberanía.
• El endurecimiento del corazón nos impide ver la obra de Dios.
A veces, como el faraón, nos resistimos al llamado de Dios. Nos aferramos a nuestra voluntad, pero cuando endurecemos nuestro corazón, nos cerramos a las bendiciones que Él quiere darnos.
"El faraón había elegido desafiar al Dios del cielo, y aunque vio las señales de Su poder, persistió en su rebelión. Dios obra pacientemente con el pecador, pero cuando el corazón se endurece, el juicio es inevitable." (Patriarcas y Profetas, p. 256)
Oración:
Señor, ayúdame a no endurecer mi corazón ante Tu voz. Enséñame a confiar en Tu poder y a obedecerte con humildad. Que pueda reconocer Tus señales y seguir Tu camino. Amén.