Culto

Vespertino

15 de junio
No retrases tu entrega a Dios
"Pero Jehová endureció el corazón de Faraón, y este no dejó ir a los hijos de Israel." (Éxodo 10:20)
El faraón seguía resistiéndose a la voluntad de Dios, y por ello, Egipto enfrentó dos plagas devastadoras: la invasión de langostas y la oscuridad total.

Primero, Dios envió langostas que cubrieron toda la tierra, destruyendo lo poco que quedaba de la vegetación tras las plagas anteriores. Egipto estaba al borde del colapso. El faraón, por un momento, pareció quebrantarse y pidió perdón: "He pecado contra Jehová vuestro Dios y contra vosotros" (Éxodo 10:16). Pero su arrepentimiento no fue genuino. En cuanto la plaga cesó, endureció su corazón nuevamente.

Luego, Dios envió tres días de tinieblas densas sobre Egipto, tan intensas que nadie podía moverse de su lugar. Sin embargo, los israelitas tenían luz en sus hogares, un recordatorio de que Dios cuida de Su pueblo incluso en medio del juicio.

El faraón intentó negociar con Dios, permitiendo que los israelitas se fueran, pero dejando atrás a sus ganados. Moisés se mantuvo firme: la obediencia a Dios no acepta condiciones humanas. Finalmente, el faraón, cegado por su orgullo, expulsó a Moisés y Aarón, sin saber que esto marcaría el inicio del juicio final sobre Egipto.

Este capítulo nos enseña que:

✅ El arrepentimiento verdadero se demuestra con obediencia, no solo con palabras.
✅ Dios cuida de los que le son fieles, aun en tiempos de crisis.
✅ No podemos negociar con Dios; debemos obedecer completamente.


El faraón tuvo múltiples oportunidades para rendirse a Dios, pero cada vez retrasó su decisión. No cometamos el mismo error. Cuando Dios nos llama, respondamos con prontitud y con un corazón dispuesto.

"Dios dio al faraón muchas oportunidades para arrepentirse. Cada juicio era un llamado a la obediencia, pero su corazón rebelde rechazó la gracia de Dios, endureciéndose más con cada prueba." (Patriarcas y Profetas, p. 266)

Oración:
Señor, no quiero endurecer mi corazón como el faraón. Ayúdame a obedecerte sin condiciones ni retrasos. Dame un corazón humilde y dispuesto a seguirte en todo momento. Amén.
Resumen y Compromiso
Podcast

Podcast