“Honra a Jehová con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos”
Proverbios 3: 9
¿Recuerdas el día de tu bautismo? Estoy seguro de que estos recuerdos llenan tu corazón de emoción y el deseo de servir plenamente a Dios. Eso es exactamente lo que sintió Marcos justo después de su bautismo. Fue bautizado cuando tenía diecinueve años y decidió buscar a Dios y servirle con todo su corazón.
Un día escuchó a un predicador decir que las ofrendas dadas y distribuidas según los principios bíblicos producen un impacto más amplio y un crecimiento más equitativo. Deseando que sus ofrendas produjeran el mayor impacto posible, le pidió al pastor que aclarara esa afirmación.
1.Regularidad. Esto quiere decir que, si hay ingresos, debe haber devolución tanto de diezmos como de ofrendas.
2.Proporcionalidad. La ofrenda debe darse basada en un porcentaje elegido por el donante.
3.Vista global. Nuestro esfuerzo misionero y, en consecuencia, nuestras ofrendas deben llevar el plan de salvación a todo el mundo, no solo a la zona donde vivimos. Para hacer esto posible, la iglesia creó un plan de distribución de ofrendas llamado Plan de Ofrendas Combinadas.
Cuando tu ofrenda se distribuye de acuerdo con el Plan de Ofrenda Combinada, del 50 al 60% de nuestra ofrenda total apoyará la misión de la iglesia local (patrocinada por el presupuesto de la iglesia); 20 a 30% apoyará la misión regional (usualmente patrocinada por la asociación/unión/ división); y el 20% apoyará la misión internacional, que es administrada por la Asociación General a través del Fondo para Misión Mundial.
Donde se practica el Plan de Ofrenda Combinada (más del 90% de la población adventista mundial), cada ofrenda no asignada se distribuye automáticamente para brindar un crecimiento equitativo a los proyectos e iniciativas misionales locales, regionales e internacionales. Pero en las regiones donde aún no se ha adoptado este plan, si alguien también quiere producir un impacto global equitativo, debe distribuir manualmente sus ofrendas regulares de Promesa utilizando el mismo patrón, cubriendo las necesidades locales, regionales e internacionales.
Marcos agradeció al pastor y regresó a su casa con la decisión de que sería fiel en devolver sus diezmos, así como las ofrendas regulares.
Llamado
Esta decisión es una afirmación de que nuestros deseos son lo último y que Dios y su causa son lo primero en nuestras vidas.