"Vosotros pensasteis mal contra mí, más Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo." (Génesis 50:20)
Después de la muerte de Jacob, los hermanos de José sintieron temor. Pensaban que ahora, sin su padre, José podría vengarse por el daño que le habían hecho en el pasado. Sin embargo, la respuesta de José refleja el carácter de alguien que ha comprendido el propósito divino: Dios usó incluso el mal que le hicieron para cumplir Sus planes de salvación.
José había sido vendido como esclavo, injustamente encarcelado y olvidado, pero cada prueba lo llevó a convertirse en el instrumento de Dios para salvar muchas vidas. Sus palabras en Génesis 50:20 nos enseñan que Dios puede transformar el dolor, las injusticias y los fracasos en algo bueno, si confiamos en Él.
Cuando atravesamos momentos difíciles, podemos recordar la historia de José. Lo que parece un desastre puede ser parte de un plan divino más grande. Dios nunca deja que el mal tenga la última palabra.
"La vida de José nos muestra que la fe en Dios y la fidelidad a Su voluntad llevan a la victoria, incluso en medio de las circunstancias más difíciles. Dios usó las pruebas de José para preparar su carácter y colocarlo en una posición de influencia para bendición de muchos." (Patriarcas y Profetas, p. 224)
Oración:
Señor, ayúdame a confiar en Ti aun cuando no entienda lo que está pasando. Transforma mis dificultades en oportunidades para crecer y servir. Que mi vida, como la de José, sea un testimonio de Tu fidelidad. Amén.