El profeta denuncia a los falsos profetas que están engañando al pueblo de Israel con sus palabras vacías y engañosas. Estos líderes religiosos están predicando falsas esperanzas y promesas de paz, cuando en realidad la nación está en peligro debido a su pecado y rebelión contra Dios.

Esta es la visión del capítulo 13 de Ezequiel que nos debe llevar a dos reflexiones, primero sobre la importancia de discernir entre la verdad y la mentira, especialmente en tiempos de confusión y desesperación. He allí donde entra la palabra de Dios en Isaías 40:8 “Se seca la hierba, se marchita la flor, más la apalabra del Dios nuestro permanece para siempre” Nuestras decisiones deben estar basadas en la palabra de Dios no en las tradiciones o interpretaciones humanas, Isaías 8:20 refuerza diciendo: “¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido.”