Culto

Vespertino

9 de mayo
Sé radical
"Y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo… y les dijo: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada." (Mateo 21:12-13)
Jesús no fue pasivo cuando vio el templo corrompido. No se quedó observando desde lejos. Entró, volcó las mesas, echó fuera a los mercaderes y restauró la dignidad del lugar donde debía habitar la presencia de Dios. Fue un acto firme, directo y necesario.

A veces, también nosotros necesitamos limpiar nuestro "templo": nuestros pensamientos, prioridades, hábitos o relaciones. Hay cosas que deben ser removidas con decisión, sin excusas ni rodeos. Ser radical no significa ser extremista, sino estar dispuestos a tomar medidas claras para honrar a Dios.

Elena de White escribió: “Cristo limpió el templo de su profanación terrenal, para que pudiera ser un lugar donde Dios se encontrara con Su pueblo. Así también desea limpiar el templo del alma.”(El Deseado de Todas las Gentes, p. 150)

¿Hay algo que estás permitiendo en tu vida que ocupa el lugar de lo sagrado? Jesús desea entrar y limpiar. No para condenarte, sino para restaurarte.

Invitación:
Hoy, permite que Jesús limpie tu templo interior. No retrases más lo que debe ser removido. La paz y la presencia de Dios habitan donde hay espacio santo.
Resumen y Compromiso
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