Moisés y Aarón obedecieron el mandato de Dios y fueron a hablar con el faraón para exigir que dejara en libertad al pueblo de Israel. Sin embargo, en lugar de escuchar y obedecer, el faraón endureció su corazón y aumentó la carga de trabajo sobre los israelitas. Ahora debían fabricar ladrillos sin recibir paja, lo que hizo su labor aún más difícil (Éxodo 5:7-9).

Este capítulo nos muestra una realidad que muchos experimentamos en nuestra vida espiritual:

✅ Cuando damos un paso de fe, las pruebas pueden intensificarse.
✅ La obediencia a Dios no significa que todo será fácil inmediatamente.
✅ Dios sigue obrando, incluso cuando las circunstancias parecen empeorar.