“Hijitos, guardaos de los ídolos. Amén.” 1 Juan 5:21
Déjame preguntarte algo: ¿qué es lo que más ocupa tu mente y tu corazón? ¿En qué piensas cuando te levantas? ¿A qué le dedicas la mayor parte de tu tiempo?
Cuando la Biblia habla de ídolos, muchas veces pensamos en estatuas antiguas, en dioses paganos como Baal o Asera, esos que los israelitas adoraban en tiempos del Antiguo Testamento. Y sí, Dios dejó bien claro que eso era abominable. Pero la idolatría no es solo una cuestión del pasado. Hoy, los ídolos siguen existiendo, aunque no siempre tienen forma de estatua.
Un ídolo es cualquier cosa que toma el lugar de Dios en nuestra vida. Puede ser el dinero, el éxito, el trabajo, las redes sociales, el reconocimiento de los demás, o incluso nuestros propios sueños y ambiciones. No siempre es algo malo en sí mismo, pero cuando se convierte en lo más importante para nosotros, cuando confiamos más en eso que en Dios, se vuelve un problema.
Por eso, Juan nos dice: “guárdense”, cuídense, estén atentos. Porque la idolatría no siempre es obvia, muchas veces entra en nuestra vida de manera sutil, sin que nos demos cuenta.
Así que, haz una pausa un momento y pregúntate:
👉 ¿Qué ocupa el primer lugar en mi corazón?
👉 ¿Hay algo que me está alejando de Dios?
👉 ¿Estoy poniendo mi confianza en algo que no sea Él?
Dios quiere ser el centro de tu vida, porque solo Él puede darte la verdadera paz y satisfacción. No dejes que nada ni nadie ocupe el lugar que le pertenece. Este es un buen momento para hacer un cambio. Si algo ha estado tomando el lugar de Dios en tu vida, entrégaselo a Él. Pídele que te ayude a ponerlo en el lugar correcto y a mantener tu corazón libre de cualquier ídolo.
Llamado: Has esta oración conmigo: "Señor, muéstrame si hay algo en mi vida que está ocupando tu lugar. Ayúdame a reconocerte como mi única fuente de amor, seguridad y propósito. Quiero adorarte solo a Ti. En nombre de Jesús, Amén”.