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Culto

Vespertino

22 de Abril
El Peligro del Orgullo Desmedido
“Perfecto eras en todos tus caminos desde el día en que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad” Ezequiel 28:15
En una próspera ciudad, había un comerciante llamado Simón. Simón era conocido por su astucia y éxito en los negocios. Con el tiempo, su riqueza y poder lo llevaron a creerse invencible. Despreciaba a los menos afortunados y se jactaba de su propia grandeza. Sin embargo, un día, una serie de tragedias golpearon su vida, dejándolo en ruinas. En medio de su desesperación, Simón recordó las palabras de Ezequiel 28:15 y se dio cuenta de que su orgullo lo había llevado a la ruina. Con humildad, buscó la ayuda de Dios y encontró consuelo y restauración.

Ezequiel 28:15 nos advierte sobre los peligros del orgullo excesivo. En este pasaje, el rey de Tiro es comparado con Lucifer, quien cayó debido a su arrogancia al considerarse igual a Dios. Esta lección nos enseña que el orgullo puede cegarnos ante nuestra propia vulnerabilidad y separarnos de la voluntad divina.

Contrarrestar el orgullo con humildad es vital para mantener una relación saludable con Dios. La humildad nos permite reconocer nuestra dependencia de Dios y aceptar nuestra limitación como seres humanos. Es a través de la humildad que podemos abrirnos a la gracia y la dirección de Dios en nuestras vidas.

La historia de Simón y las lecciones de Ezequiel 28:15 nos recuerdan la importancia de mantenernos humildes ante Dios. El orgullo puede ser un obstáculo para nuestra relación con Dios y puede conducirnos a la ruina. Sin embargo, la humildad nos permite reconocer nuestra dependencia de Dios y nos abre a su gracia y dirección en nuestras vidas.

Llamado
Que esta noche aprendamos de la caída del rey de Tiro y busquemos vivir con humildad ante Dios, reconociendo su soberanía sobre nuestras vidas.
Resumen y Compromiso
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