"Porque el gran día de su ira ha llegado, ¿y quién podrá sostenerse en pie?" (Apocalipsis 6:17).
En las últimas décadas, la industria del cine ha producido diversas películas relacionadas sobre el fin de mundo y la extinción de la humanidad. Inspiradas en el cambio climático, la invasión de seres extraterrestres, la aparición de virus mortales, la caída de asteroides, una guerra nuclear entre las naciones, y una serie de cataclismos más, han logrado captar la atención de millones de personas, generando miedo, pánico e incertidumbre sobre el futuro.
¿Qué dice la biblia al respecto?
El versículo de hoy nos transporta a un momento solemne en la historia de la humanidad: el día en que Dios traerá justicia sobre la tierra. Es un día de gran conmoción para quienes han rechazado su gracia, pero también un día de esperanza para aquellos que han permanecido fieles.
La pregunta que se plantea es profunda: ¿Quién podrá estar firme cuando Cristo regrese? La respuesta no se encuentra en nuestra propia fuerza o méritos, sino en nuestra relación con Jesús. Solo aquellos que han lavado sus vestiduras en la sangre del Cordero (Apocalipsis 7:14) podrán mantenerse firmes en ese día. Elena G. White nos da una clave importante para estar preparados: "Únicamente los que hayan sido obreros juntamente con Cristo, los que hayan manifestado abnegación y sacrificio por el bien de los demás, podrán ser colocados junto a él." (Eventos de los Últimos Días, p. 276).
Esto significa que prepararnos para ese gran día no se trata solo de saber profecías o de asistir a la iglesia, sino de vivir una fe activa, reflejando el carácter de Cristo en nuestro día a día. Y eso le logra, buscando a Cristo cada día por medio de la comunión con su Palabra, siendo fieles en las pequeñas y grandes decisiones; y viviendo con la confianza en sus promesas.
Llamado:
Si Jesús viniera hoy, ¿estarías listo para sostenerte en pie delante de Él? ¿Qué cambios necesitas hacer en tu vida para fortalecer tu relación con Dios? Que tu oración esta noche sea: “Señor, reconozco que solo en Ti puedo estar firme en el día de tu venida. Ayúdame a vivir cada día en comunión contigo, fortaleciendo mi fe y reflejando tu amor en todo lo que hago. Prepárame para ese gran día y guíame en tu verdad. En el nombre de Jesús, amén.