Estos textos nos dicen que los líderes de Israel habían llevado en consecuencia de sus actos a una decadencia espiritual y como resultado de ello reinaba en el pueblo: La violencia, inmoralidad, falta de ética y una falsa manera de adorar a Dios.
Todos somos líderes de una u otra manera y nuestro actuar definirá en gran medida a las personas que nos rodean. Cierra los ojos estos momentos e imagina una escena en la que un pastor está guiando a su rebaño hacia un prado verde y abundante. Este pastor representa a Dios, quien guía y cuida a su pueblo. Sin embargo, en el camino hacia el prado, algunos de las ovejas se desvían y comienzan a seguir a otros pastores que los conducen hacia un terreno árido y lleno de peligros.
¿Te has encontrado alguna vez siguiendo a "personas" que te llevan por caminos equivocados, apartándote de la presencia y la voluntad de Dios? ¿Has permitido que la influencia de otros te aleje de la verdad y la fidelidad a Dios?
Ahora, vuelve a la imagen del pastor amoroso que te guía hacia el prado verde. Reconoce la fidelidad y el cuidado de Dios en tu vida, y comprométete a seguir su liderazgo y dirección en todo momento. Que su paz y su presencia te guíen siempre por el camino de la verdad y la vida abundante que él tiene preparada para ti.
